domingo, 31 de mayo de 2015

Domingo londinense descrito por Lord Byron


(…)
London! right well thou know'st the day of prayer:
Then thy spruce citizen, washed artizan,
And smug apprentice gulp their weekly air:
Thy coach of hackney, whiskey, one-horse chair,
And humblest gig, through sundry suburbs whirl;
To Hampstead, Brentford, Harrow, make repair;
Till the tired jade the wheel forgets to hurl,
Provoking envious gibe from each pedestrian churl.

Some o'er thy Thamis row the ribboned fair,
Others along the safer turnpike fly;
Some Richmond Hill ascend, some scud to Ware,
And many to the steep of Highgate hie.
Ask ye, Boeotian shades, the reason why?
'Tis to the worship of the solemn Horn,
Grasped in the holy hand of Mystery,
In whose dread name both men and maids are sworn,
And consecrate the oath with draught and dance till morn.

Traducción de M. de la Peña (1864):

¡Londres! Tú sí que celebras bien el día de la oración: vístese con esmero el individuo de la clase media; el artesano se lava cuidadosamente el rostro; el aprendiz se acicala a su vez cuanto le es posible, y todos salen a respirar el aire semanal. El coche simón, el whiskey, el birlocho y hasta la modestísima calesa, ruedan por los distintos arrabales, en dirección de Hanmpstead, Brentford y Harrow, hasta que, fatigados los jamelgos, tienen que detenerse, no sin excitar la envidiosa rechifla de todo el pedestre vulgo.

Quien lleva a pasear por el Támesis a la encintada hermosura; quien prefiere, como más seguro, el camino real; éste asciende a la colina de Richmond; aquél endereza el rumbo hacia Ware, y muchos hay, en fin, que van caminando por la pendiente de Highgate. Umbrías de Beocia, preguntad: ¿Y para qué? Para rendir culto a aquel solemne Cuerno, asido por la augusta mano del Misterio, y en cuyo terrible nombre se hacen mutuos juramentos mancebos y doncellas, consagrándolos con sendas libaciones y bailando hasta rayar el día.


Estrofas LXIX y LXX del Canto Primero 
de Childe Harold's Pilgrimage


NOTAS


El hackney coach era un carro de cuatro ruedas con seis asientos y tirado por dos caballos. M. de la Peña lo llama como en España: coche simón

El one-horse-chair (o one-horse-shay, coloquialmente) es el birlocho, como lo llama nuestro traductor: se parece al coche simón pero tiene menos asientos y es tirado por un solo caballo. 

Hay una versión más pequeña, el whiskey, llamado así porque bate o arrasa (whisky) y se adelanta a carros más pesados. Oliver Wendell Holmes inmortalizó el one-horse chair en su poema satírico The Deacon’s Masterpiece or The Wonderful One-Hosss Shay. Un diácono construye un carro indestructible, hasta que cien años después se hace pedazos (it “went to pieces all at once, and nothing first, just as bubbles do when they burst”). Precisamente, y a partir del poema de Holmes, los economistas usan la frase one-hoss shay para describir un producto que sirve hasta que se rompe (una silla, por ejemplo) y pierde su valor y su utilidad como tal. 






El Juramento de los Cuernos es un antigua farsa ritual celebrada en las posadas y figones (pubs) de Highgate entre el siglo XVII y el siglo XIX.  Los pasajeros de clase media que allí se detenían juraban cosas disparatadas sobre un par de cuernos, que al final de la ceremonia besaban (aunque a veces el beso iba a dar a la más hermosa de las muchachas presentes).

En el Cementerio de Highgate se encuentra la tumba de Karl Marx.

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